ORIGEN Y DESARROLLO DE LA LENGUA ESPAÑOLA
1.Las
lenguas prerromanas
Antes de la llegada de los romanos
convivían en la Península Ibérica varias lenguas: el tartesio (sur de Portugal y oeste de Andalucía), el ibérico (este de Andalucía, todo el Levante
y parte de Aragón), el vasco (llegó
a ocupar el actual País Vasco, español y francés, Navarra, La Rioja y gran
parte de los Pirineos), el celtibérico
(centro de la Península) y el lusitano
(Portugal). También influyeron el fenicio
y el griego por las colonias que
establecieron en las costas peninsulares y por la actividad comercial que
mantuvieron en ellas.
Topónimos celtas: Segovia (Segovia o
Sigüeya), Segontia (Sigüenza), Coruña, Arganda, etc.
Topónimos fenicios: Gadir (con los
romanos, Gades; y Qadis con los árabes), Malaka (Málaga), Ebusus (Ibiza),
Hispania (que significa “tierra de conejos”), etc.
Topónimos griegos: Lucentum
(Alicante), Rhode (Rosas)…
2.El
latín
2.1.La
romanización
Las tropas romanas llegan por primera
vez a Hispania en el año 218 a.C.,
durante la Segunda Guerra Púnica. Su victoria sobre los cartagineses les
proporcionó el dominio de toda la franja mediterránea. En el siglo II a.C.
consiguen dominar el centro y el oeste de la Península. El noroeste, habitado
por galaicos, astures y cántabros, será sometido en dura contienda entre los
años 29 y 19 a.C. Es decir, tardaron unos
200 años en conquistar la Península.
Los romanos dividieron la Península en
cinco provincias:
El dominio de Roma no se limitaba al
aspecto militar. Tras las legiones llegaban los colonos (que enseñaban
prácticas agrícolas y ganaderas), los administradores (que imponían la
administración territorial y jurídica romana) y los maestros (que enseñaban la
lengua latina a los nativos). Este proceso de transformación cultural se
denomina romanización.
El triunfo del proceso de romanización
fue menos intenso en el norte que en el sur y en el este. En estas regiones se
encontraban los principales puertos comerciales, las ciudades más prósperas,
una mayor condensación demográfica y una vida cultural más rica. Antes de los
romanos estos emplazamientos comerciales fueron ocupados por griegos y
fenicios.
Hispania proporcionó a Roma algunos
escritores importantes (Seneca, Marcial, Lucano) y tres emperadores (Adriano,
Trajano y Teodosio).
Topónimos romanos: Caesaraugusta
(Zaragoza), Carthago Nova (Cartagena), Emérita Augusta (Mérida), Gallaecia
(Galicia), Gerunda (Gerona), Hispalis (Sevilla), Salmantica (Salamanca), etc.
2.2.La
fragmentación del Imperio Romano
El Imperio Romano en su época de mayor
esplendor ocupó Hispania, Galia, parte de Germania, Italia, Iliria (Albania),
Macedonia, Grecia y Dacia (Rumanía), Asia Menor, Egipto y el norte de África.
Las dificultades de mantener
cohesionado un territorio tan vasto, las divisiones políticas, el descenso
demográfico, las crisis económicas, así como la llegada de las invasiones de
los pueblos bárbaros fueron causas importantes de la fragmentación del Imperio
Romano, ocurrida en el siglo V de
nuestra era.
3.La
influencia de las lenguas germánicas
En el siglo V llegan a la Península
las primeras invasiones de pueblos germánicos o bárbaros. Llegan al principio
los suevos, los vándalos y los alanos,
pero su dominio es efímero. Los visigodos,
venidos años más tarde, serán los que logren reunificar bajo su mando el
territorio de la Hispania romana. Imponen su gobierno y sus costumbres, pero
adoptan la lengua latina. La unidad política y administrativa continúa gracias
a la unificación religiosa.
Aunque la caída del Imperio significó
un derrumbe cultural, durante el reino visigodo se logra cierto renacimiento
artístico y literario. Toledo se
convirtió en el centro cultural y político de los visigodos.
Los pueblos germánicos solo nos
dejaron algunos términos léxicos, y algunos topónimos y nombres propios.
Léxico castellano de origen germánico:
ropa, espía, tapa, aspa, rueca, ganar, guardar, robar, guerra, falda, bandido,
orgullo…
Nombres de origen germánico: Álvaro,
Elvira, Gonzalo, Alfonso, Rodrigo, Fernando...
4.La
influencia de la lengua árabe
En el año 711 se produce la invasión árabe. En menos de diez años
lograron dominar casi toda la Península, con la excepción de algunas zonas del
norte, desde donde se inicia un largo proceso de reconquista que dura ocho
siglos.
Como consecuencia de la invasión
árabe, la Península queda dividida en dos bloques enfrentados en política,
costumbres y religión.
Los núcleos cristianos se hallan muy
dispersos y se configurarán como reinos diferentes, hecho que potencia la fragmentación lingüística. La lengua
latina de la clase culta mostraba aún cierta unidad, pero el habla del pueblo
inició un proceso irreversible de dialectalización: el gallego, el castellano,
el catalán, el asturleonés y el navarroaragonés.
En las zonas de dominación árabe se habla una lengua romance que llamamos mozárabe, y que se irá debilitando a lo
largo del siglo XII hasta su desaparición.
Los dialectos del latín que van
surgiendo incorporan gran cantidad de términos árabes. El castellano tiene
aproximadamente cuatro mil términos provenientes de esta lengua. El número de
topónimos es muy numeroso.
Léxico castellano de origen árabe:
adalid, adarga, tambor, alberca, azafrán, aceituna, aduana, almacén, aldea,
zaguán, alcoba, alquimia, algoritmo…
Topónimos de origen árabe: Alcalá,
Medina, Guadalajara, Guadalquivir, Gibraltar, Almería, Calatayud, Algeciras,
Benicásim…
5.Las
lenguas romances
Existían dos variedades de la lengua
latina: el latín culto (que se usaba
principalmente en la escritura) y el latín
vulgar (que era el que hablaban los colonos y los soldados). Fue esta
última variedad de la lengua, menos refinada y más dialectalizada, la que más
influyó en los territorios conquistados.
En muchos territorios conquistados por
los romanos, su lengua desapareció, pero en muchos lugares evolucionó hasta dar
lugar a las lenguas romances:
-Dialectos hispanos: gallegoportugués, asturleonés, castellano,
navarroaragonés, catalán y mozárabe.
-Dialectos franceses: francés, provenzal, gascón…
-Dialectos suizos: el romanche y otras variedades habladas en
algunos cantones suizos (también en el norte de Italia).
-Dialectos italianos: toscano, napolitano, siciliano…
-Otros: el sardo (hablado en la isla de Cerdeña) y el rumano.
Hoy algunas de ellas perviven y además
son lenguas oficiales con una importante tradición literaria: rumano, italiano, francés, catalán, gallego, portugués y castellano.
6.El
castellano
6.1.El
reino de Castilla
Durante el siglo IX el reino
asturiano, limítrofe con el reino navarro decidió proteger su frontera oriental
con fortificaciones (castella) y,
poco más tarde, ocupar y repoblar las zonas llanas. Tenemos que situar el
origen de Castilla en lo que es hoy el norte
de la provincia de Burgos, en la zona que linda con Cantabria, La Rioja y
el País Vasco. La zona era gobernada por
condes, que fueron adquiriendo cada vez mayor autonomía frente a los reyes
de Oviedo y, luego, de León.
En el siglo X, Fernán González
logra unificar bajo su mando todos los condados y el rey de León lo reconoce
como “conde de toda Castilla” en el año 932. Poco después de la unificación se
declara independiente y asienta la capitalidad en Burgos. En el año 1035 adquiere la condición de reino con Fernando I.
Alfonso
VI heredó el reino de
León. Más tarde, a la muerte de su hermano Sancho, también heredó el de
Castilla. En el año 1085 conquistó Toledo.
Después del reinado de Alfonso VI,
Castilla y León volverían a separarse, pero en la primera mitad del siglo XIII
quedarían definitivamente unidos durante el reinado de Fernando III de Castilla, padre de Alfonso X.
Castilla se convierte así en uno de
los reinos más poderosos de la Península y en el que mayor extensión de terreno
ocupa a lo largo de la Reconquista, que termina en 1492 con la conquista del reino de Granada.
6.2.La
lengua de Castilla
El castellano fue en principio la lengua hablada en Castilla. En gran
parte de esta zona se hablaba vasco antes de la extensión del romance. Por eso
el euskera influyó en el romance castellano (cinco vocales, pérdida de la f-
inicial, etc.).
Los primeros testimonios de escritos
en castellano son las glosas
emilianenses y silenses (siglos X y XI).
En el siglo XIII el castellano se convirtió en la lengua de los
documentos reales. Gracias a Alfonso X
el castellano ganó terreno al latín. Su impulso contribuyó a la fijación de la
ortografía y al desarrollo de la prosa castellana como vehículo cultural.
6.3.La
lengua del Imperio
En tiempos de los Reyes Católicos, una
vez acabada la Reconquista y establecida la supremacía de Castilla, el castellano
se convirtió en la lengua de la Administración y de las relaciones comerciales.
En 1492 se publicó la Gramática de la lengua española de
Antonio de Nebrija.
Fue también el momento en el que la
difusión literaria aumenta por la aparición de la imprenta.
El descubrimiento y la colonización de
América propiciaron la extensión del
castellano en vastas zonas del continente americano.
La existencia de una sola corona para
los distintos territorios, la expansión colonial y la importancia de la
literatura de los Siglos de Oro favorecieron el auge del castellano, que ya en
el siglo XVI empezó a llamarse lengua española.
6.4.El
Estado moderno
En el siglo XVIII, el interés por la corrección lingüística llevó a la
creación de la Real Academia Española
(1714). La RAE publicó en este siglo la “Ortografía” (1741), la “Gramática”
(1771) y el “Diccionario de autoridades” (1726-1739).
La construcción de un Estado moderno
implicaba una política de unificación administrativa y lingüística que llegó
con la dinastía de los Borbones. Se impuso entonces el uso del castellano en la
enseñanza y en los ámbitos jurídico y administrativo. Tal
imposición no fue bien aceptada en todos los territorios, especialmente en
Cataluña y el País Vasco.
6.5.Desde
el siglo XX hasta nuestros días
En la Segunda República (1931-1936) fueron aprobados los estatutos de
autonomía de Cataluña, País Vasco y Galicia (este justo antes de comenzar la
Guerra Civil, por lo que no llegó a desarrollarse), que concedieron
competencias a los distintos gobiernos territoriales para impulsar la difusión
de sus lenguas respectivas.
Durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) se impuso el castellano
en la enseñanza, en los medios de comunicación y en la vida pública. Las otras
lenguas de España quedaron fuera de la educación y de todos los usos oficiales,
quedando así relegado su uso al ámbito familiar y coloquial.
Con la instauración de la democracia y
la aprobación de la Constitución de 1978 se reconoció la pluralidad lingüística
y cultural de España.
Hoy el castellano es la lengua oficial de toda España. También
es la lengua oficial de muchos países de
América: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República
Dominicana, Ecuador, El Salvador, Honduras, Guatemala, Méjico, Nicaragua, Panamá,
Paraguay, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
Se habla además en Filipinas (aunque cada vez menos), en las antiguas colonias africanas (en
Guinea Ecuatorial y en el Sahara Occidental), en algunas ciudades del norte de Marruecos (Tánger, Tetuán,
Larache, etc.) y en muchas ciudades de
Estados Unidos.
También cabe mencionar la pervivencia
del judeoespañol o sefardí (norte de
África, Balcanes, Turquía, Israel…). Y
la creación del spanglish en algunas
zonas de Estados Unidos.
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