miércoles, 23 de septiembre de 2015



  NIVEL MORFOLÓGICO

INTRODUCCIÓN

En el nivel morfológico estudiamos la estructura interna de las palabras y las clases de palabras que existen de acuerdo con sus características formales. También estudiamos la unidad mínima de la lengua con significado: el monema.

Por lo tanto, en este nivel podemos clasificar las palabras de dos formas:

a. Según sus estructura interna, podemos clasificar las palabras en simples, derivadas, compuestas y parasintéticas. Para clasificar las palabras de esta forma tenemos que ser capaces de diferenciar los distintos monemas que las forman. También hay otras palabras con una estructura interna peculiar: onomatopeyas, abreviaturas, acortamientos, siglas y acrónimos. Esta forma de analizar y clasificar las palabras ya la estudiamos en el nivel léxico-semántico dentro de los mecanismos del lenguaje que nos permitían crear nuevos términos.

b.Según sus características formales, podemos clasificar las palabras en diferentes categorías gramaticales: sustantivos, adjetivos, pronombres, determinantes, verbos, adverbios, preposiciones y conjunciones. También podemos estudiar aquí, aunque en un apartado propio, las interjecciones.

LAS CATEGORÍAS GRAMATICALES

1. Palabras variables e invariables

Atendiendo a los rasgos morfológicos, podemos dividir las palabras en dos grupos:
-Categorías variables: aquí incluimos las palabras que admiten morfemas flexivos (sustantivos, adjetivos, verbos, determinantes y pronombres).
-Categorías invariables: las que no pueden llevar morfemas flexivos (adverbios, preposiciones y conjunciones).

Fuera de esta catalogación quedan las interjecciones.

2. El sustantivo

Los sustantivos o nombres son palabras que sirven para designar personas, animales, lugares, cosas, plantas, ideas, sentimientos, procesos, etc. Es decir, sirven para nombrar seres y conceptos.

Según su significado pueden ser:

a) Comunes o propios:
-Comunes: los comunes designan a todos los seres de una misma clase (río, alumno, ciudad…).
-Propios: los nombres propios identifican o individualizan a un ser determinado para diferenciarlo de otros de la misma clase (Tajo, Francisco, Madrid, etc.).Dentro de los nombres propios se denominan antropónimos los nombres y apodos de personas; y topónimos, los de lugares.
b) Concretos y abstractos:
-Concretos: designan seres que pueden percibirse por los sentidos (casa, árbol, olor, etc.). Dentro de esta clase también pueden entrar conceptos imaginarios que serían concretos dentro de un mundo imaginario: ángel, unicornio, sirena…
-Abstractos: designan conceptos que no podemos percibir por los sentidos, pero sí podemos pensarlos o sentirlos (miedo, tranquilidad, amor, odio, libertad…).
c) Contables e incontables:
-Contables: designan seres o realidades que podemos contar (bolígrafo, libro, alumnos…).
-Incontables: designan realidades que no podemos contar, aunque sí se pueden medir o pesar (agua, leche, arena, gas, arroz…).
d) Individuales y colectivos:
-Individuales: designan en singular un solo ser contable (abeja, perro, árbol, jugador, cerdo…).
-Colectivos: designan en singular un conjunto de seres contables semejantes (enjambre, jauría, arboleda, equipo, piara…).

Según su forma, los nombres se pueden clasificar por su género y su número. El género y el número en los sustantivos se indica principalmente mediante morfemas flexivos. Según el género, los nombres pueden ser masculinos o femeninos. Según el número, pueden estar en singular o en plural.

El género en los sustantivos

En los sustantivos que sirven para designar personas o animales el género indica el sexo. En el resto de sustantivos el género es una marca gramatical que no admite variación.

Distintas formas de indicar el género en los sustantivos que se refieren a personas o animales:
a) Mediante morfemas flexivos:
-El masculino puede construirse con –o (chico), -e (jefe) o sin morfema (profesor).
-El femenino se indica con –a (chica, jefa, profesora).
b) Mediante sufijos especiales: algunos nombres forman el femenino con sufijos especiales como –esa, -isa, -ina, -triz (princesa, poetisa, heroína, emperatriz).
c) Mediante palabras diferentes: a estos sustantivos se les llama heterónimos (padre/madre, caballo/yegua, yerno/nuera, toro/vaca).
d) Mediante la concordancia con los determinantes o los adjetivos que les acompañan: a estos nombres se les llama nombres de género común (el/la periodista, el/la cantante, el/la testigo).
e) Nombres epicenos: aunque tienen sexo nunca varían de género (halcón, serpiente, topo, avestruz, persona, víctima…)
f) Nombres ambiguos: admiten la concordancia tanto en masculino como en femenino (el/la mar, azúcar blanca / azúcar moreno…)

El número en los sustantivos

Los morfemas para indicar el plural en los sustantivos son –s y –es y se usan según las normas que vienen a continuación:
-Cuando el sustantivo en singular termina en vocal átona o en –é tónica, el plural se hace con –s (libro/libros; café/cafés).
-Cuando el sustantivo termina en vocal tónica distinta de –é, el plural se forma, por lo general, con –es (jabalíes, tabúes, marroquíes, alhelíes). Aunque hay excepciones como mamás y sofás. E incluso casos en los que se dicen las dos formas: marroquíes/marroquís.
-Cuando el sustantivo termina en una consonante distinta de –s, el plural se forma con –es (león/leones; árbol/árboles).
-Cuando el sustantivo acaba en –s, se presentan dos posibilidades:
a)Si la palabra es aguda –incluidos los monosílabos-, el plural se forma con –es (país/países; mes/meses).
b)Si la palabra no es aguda, el plural no se marca con morfema de número. En este caso el singular y el plural se distinguen mediante la concordancia con determinantes o adjetivos (el lunes/los lunes; la dosis/las dosis).


3. El adjetivo

Los adjetivos son palabras que expresan cualidades, propiedades y características de los seres, objetos o ideas que designan los sustantivos.
Pedro es alto.
el coche rojo
el amor verdadero

El adjetivo es una palabra variable con morfemas flexivos de género y número. El adjetivo concuerda en género y número con el sustantivo al que se refiere.
hombre alto / mujer alta / hombres altos / mujeres altas
coche rojo / moto roja / coches rojos / motos rojas

Hay adjetivos que no admiten morfemas de género: feliz, débil, amable, azul… Eso no significa que no tengan género, sino que valen para los dos:
el hombre feliz / la mujer feliz
el chico amable / la chica amable

Las reglas de uso de los morfemas de número en los adjetivos son iguales que las que aplicamos en los sustantivos.

Los grados del adjetivo

Las cualidades expresadas por los adjetivos suelen ser graduables, es decir, se pueden presentar como más o menos intensas: un libro puede resultar más o menos interesante y una casa puede ser más o menos grande. La mayor o menor intensidad con que se da una cualidad se puede expresar gracias a los grados del adjetivo, que son tres:

a. Grado positivo: el adjetivo se presenta sin modificar su significado, simplemente expresa la posesión de esa cualidad:
el niño simpático
un juego aburrido

b. Grado comparativo: se expresa la intensidad mediante la comparación de la cualidad con la de otro elemento. El elemento que se somete a la comparación se denomina primer término de la comparación y el elemento con el cual se compara es el segundo término. Hay tres posibilidades dentro del grado comparativo:
-Superioridad: más alto que Juan.
-Inferioridad: menos alto que Juan.
-Igualdad: tan alto como Juan.

c. Grado superlativo: se expresa la cualidad del adjetivo en su grado más alto, en su máxima intensidad. Hay dos tipos:
-Superlativo absoluto: un elemento posee una cualidad en su grado más alto independientemente de otros elementos. Se puede expresar de tres formas:
a) Con la ayuda de un adverbio: muy caro, extremadamente caro, sumamente caro, etc.
b) Mediante sufijos: el más común es –ísimo (carísimo, altísimo, feísimo, etc.), aunque también se conservan algunos en –érrimo (paupérrimo, celebérrimo, etc.).
c) Mediante prefijos: supercaro, extrafino, etc.
-Superlativo relativo: expresa una cualidad en el grado más alto pero solo refiriéndose a un grupo. Ejemplos: el más alto del pueblo, el menos alto de la clase, etc.

Formas especiales cultas de origen latino
Grado positivo
Grado comparativo
Grado Superlativo
bueno
mejor
más bueno
óptimo
buenísimo
muy bueno
malo
peor
más malo
pésimo
malísimo
muy malo
grande
mayor
más grande
máximo
grandísimo
muy grande
pequeño
menor
más pequeño
mínimo
pequeñísimo
muy pequeño
alto
superior
más alto
supremo
altísimo
muy alto
bajo
inferior
más bajo
ínfimo
bajísimo
muy bajo


Adjetivos especificativos y adjetivos explicativos

Cuando un adjetivo va acompañando a un sustantivo puede tener dos valores distintos, especificativo y explicativo:

-Adjetivo especificativo: señala una cualidad de un ser u objeto que sirve para distinguirlo dentro del conjunto de seres u objetos al que pertenece.
el hombre alto
la calle ancha
el abrigo gris
En este último caso señala una cualidad que distingue al abrigo de otros posibles abrigos. Es decir, el adjetivo gris especifica de qué abrigo se trata y descarta el resto de opciones. Este es el uso más habitual de los adjetivos.

-Adjetivo explicativo: señala una cualidad de un ser u objeto sin pretender distinguirlo de entre otros seres u objetos a los que puede aludir el sustantivo. Es decir, se refiere a una cualidad que ese ser u objeto tiene siempre.
El frío invierno
La oscura noche
La blanca nieve
Se puede observar que en el último caso el adjetivo “blanca” no pretende distinguir unas nieves de otras. Este adjetivo solo sirve para destacar esa cualidad, que siempre está relacionada con el sustantivo al que acompaña. Al adjetivo explicativo también se le llama epíteto.

La posición del adjetivo

Podemos observar que en los ejemplos propuestos de adjetivos explicativos, el adjetivo va delante del sustantivo. En los que hemos visto como especificativos, sin embargo, va detrás. Esto es muy habitual, pero no sucede siempre. En “Contemplaba la mar inmensa” el adjetivo es explicativo y va pospuesto. También encontramos casos de adjetivos especificativos que van antepuestos: “Hoy tiene un excelente humor”.

Por otra parte, podemos encontrar ciertas construcciones que se han fijado de una forma concreta por costumbre y el adjetivo aparece siempre de la misma manera: buen gusto, mala suerte, rara vez, etc.

Además, en ciertas expresiones algunos adjetivos cambian de significado según vayan antepuestos o pospuestos: viejo amigo / amigo viejo, una simple idea / una idea simple, un pobre hombre / un hombre pobre, una gran mujer / una mujer grande, etc.


4. Los determinantes

Los determinantes son las palabras que presentan al sustantivo y precisan su significado:
Esa calle
Mi amigo
Algunos problemas
Tres pasteles
El vecino

Los determinantes se incluyen dentro de los morfemas gramaticales independientes porque no tienen significado léxico, sino significado gramatical. Su significado además varía dependiendo de la situación y del contexto.

Son palabras variables que, por lo general, admiten morfemas flexivos de género y número:
Est-os chicos
Algun-a-s amigas
Un-a moto

Algunos, sin embargo, no varían:
Dos amigos
Diez años

Los demostrativos son una clase de palabras cerrada, es decir, que está compuesta por un número definido y limitado de elementos, y la lengua no permite crear otros nuevos.

Hay distintos tipos de determinantes:

-Artículos
-Demostrativos
-Posesivos
-Numerales
-Indefinidos
-Relativos
-Interrogativos y exclamativos


El artículo

El artículo es una palabra variable que admite variación de género y número.

Artículos

Singular
Plural
Masculino
el
los
Femenino
la
las
Neutro
lo


El artículo el a veces aparece unido a las preposiciones a y de, dando lugar a las contracciones al y del.

El artículo puede tener tres funciones:
-Generalizador: cuando no restringe el significado del sustantivo al que acompaña. En la oración El hombre es mortal, El hombre se refiere a todos los hombres.
-Individualizador: cuando restringe el significado del sustantivo y se refiere a algo conocido o que ya ha aparecido antes en el texto:
¿Has encontrado el bolígrafo?
Había un hombre en el parque; el hombre estaba fumando.
-Sustantivador: el artículo convierte en sustantivos a otras categorías gramaticales:
el alto; la guapa; lo bueno; el ayer.
Los demostrativos

Los demostrativos sitúan los objetos y seres en el espacio y en el tiempo en relación con el hablante: este sitúa el objeto como cercano al que habla; aquel, como lejano; y ese, en un lugar intermedio o, a veces, en un lugar indeterminado.
Ese coche es mío.
Vivo en aquella casa.
Quiero este libro.

Los determinantes demostrativos tienen género y número.

Determinantes demostrativos

Singular
Plural
Masculino
este, ese, aquel
estos, esos, aquellos
Femenino
esta, esa, aquella
estas, esas, aquellas


Los posesivos

Los determinantes posesivos señalan una relación de posesión o pertenencia entre el objeto al que se refieren y las personas gramaticales.

Además de variar en género, número y persona, también presentan formas distintas para un solo poseedor y para varios:

Determinantes posesivos: un poseedor

Formas apocopadas
Formas plenas
1ª persona
mi, mis
mío, mía, míos, mías
2ª persona
tu, tus
tuyo, tuya, tuyos, tuyas
3ª persona
su, sus
suyo, suya, suyos, suyas

Determinantes posesivos: varios poseedores

Formas apocopadas
Formas plenas
1ª persona

nuestro, nuestra, nuestros, nuestras
2ª persona

vuestro, vuestra, vuestros, vuestras
3ª persona
su, sus
suyo, suya, suyos, suyas

Las formas plenas de los determinantes demostrativos van detrás del sustantivo:
¿María es amiga tuya?
Un compañero suyo me lo ha dicho.

Cuando se trata de las personas que no tienen formas apocopadas, también pueden ir delante:
nuestro amigo; un amigo nuestro.
Los numerales

Los numerales expresan cantidad u orden de un modo preciso. Algunos tienen morfemas flexivos de género y número.

Podemos distinguir los siguientes tipos:
-Cardinales: especifican con exactitud el número de seres u objetos a los que se refieren: un chico, una chica, dos chicos, tres chicos, etc.
-Ordinales: indican el orden en que se sitúa el ser u objeto designado: primer examen, primera prueba, segundo examen, segunda oportunidad, etc.
-Partitivo: media tarta, medio pastel.
-Distributivos: asignan a cada persona u objeto lo que le corresponde de un conjunto: Los hermanos recibieron sendos regalos.


Los indefinidos

Los indefinidos se refieren a los seres y objetos de manera vaga e imprecisa. Algunos indican indefinición en la identidad del ser al que se refieren; otros, imprecisión en la cantidad.

Imprecisión en la identidad: Hoy ha venido un hombre. / Tendría que venir conmigo algún alumno.
Imprecisión en la cantidad: Había varias personas esperando. / Tengo muchos libros.

Los indefinidos son bastante numerosos. Suelen variar en género y número, pero los hay que solo varían en género o en número. Algunos incluso son invariables.

Con variación de género y número:
un chico / una chica / unos chicos / unas chicas
algún amigo / alguna amiga /algunos amigos / algunas amigas
otro chico / otra chica / otros chicos / otras chicas
poco queso / poca tarta / pocos refrescos / pocas cervezas
todo el mundo / toda la gente / todos los amigos / todas las amigas
etcétera

Solo varían en número:
bastante gente / bastantes personas
tal cantidad / tales cantidades
etcétera

Solo varían en género:
varios chicos / varias chicas
ningún chico / ninguna chica
etcétera

Invariables:
cada chico / cada chica
más queso / más tarta
menos queso / menos tarta
etcétera

Los relativos

Los relativos se refieren a una palabra que ha aparecido antes, a la cual se denomina antecedente.

Como determinante relativo tenemos cuyo, cuya, cuyos, cuyas, que, como podemos observar, varía en género y número.
Los alumnos cuyo apellido empieza por la L van a otro grupo.
(En este caso el antecedente del relativo es “alumnos”.)
Otro determinante que se considera relativo es cuanto, cuanta, cuantos, cuantas.
Gasta cuanto dinero tiene.

Los interrogativos y exclamativos

Los interrogativos aparecen en enunciados interrogativos y se refieren a un elemento desconocido por el hablante. Los exclamativos aparecen en enunciados exclamativos y expresan intensidad o cantidad.

Algunos determinantes interrogativos y exclamativos varían en género o en número, pero otros son invariables. Son estos:
qué
cuál / cuáles
cuánto / cuánta / cuántos / cuántas

Interrogativos
¿Qué libro quieres?
¿A cuál cine quieres ir?
¿Cuánto dinero tienes?

Exclamativos
¡Qué casa más grande!
¡Cuántas tonterías se dicen!

La sustantivación

Los determinantes tienen la capacidad de convertir en sustantivos a todas las palabras a las que presenten. A este fenómeno se le llama sustantivación.

Sucede mucho con los adjetivos:
Un químico
Un joven
Dos altos
Ese feo
El listo
El roto
El caro
Lo bueno
Lo rojo
En estos casos, todos los adjetivos se han convertido en sustantivos.

Hay sustantivaciones tan habituales que ya están arraigadas en la lengua, como químico o joven. Esas palabras actualmente tienen doble naturaleza. En los diccionarios aparecer recogidas como adjetivos y como sustantivos.

La sustantivación se produce también, aunque es menos habitual, con otros tipos de palabras:
El ayer (adverbio)
El mañana (adverbio)
Veo los contras (preposición) de este negocio.
Puso muchos peros (conjunción) al proyecto.
Se puede observar que, al convertirse en sustantivos, estas palabras adaptan su morfología a su nueva naturaleza. Se ve claramente en “pero”, que es una conjunción y por tanto invariable. En el caso propuesto, sin embargo, aparece en plural.


5.Los pronombres

Los pronombres son palabras que sustituyen a los sustantivos o, más exactamente, a sintagmas nominales. A veces incluso pueden servir para sustituir a un enunciado entero.
¿Vives en esa calle? No, vivo en esa.
Te dejo el mío (refiriéndose a su bolígrafo)
Ayer llegó Juan. Él ha estado en Japón.
Me comí dos pasteles y mi primo, cinco.
Estudia mucho. Eso es lo importante.

Los pronombres se incluyen dentro de los morfemas gramaticales independientes porque no tienen significado léxico, sino significado gramatical. Su significado además varía dependiendo de la situación y del contexto.

Son palabras variables que, por lo general, admiten morfemas flexivos de género y número:
Est-os
Algun-a-s
Un-a

Algunos, sin embargo, no varían: dos, diez.
Los pronombres son una clase de palabras cerrada, es decir, que está compuesta por un número definido y limitado de elementos, y la lengua no permite crear otros nuevos.

Hay distintos tipos de pronombres:

-Personales
-Demostrativos
-Posesivos
-Numerales
-Indefinidos
-Relativos
-Interrogativos y exclamativos


Pronombres personales

Los pronombres personales son palabras que señalan a las tres personas gramaticales: yo es la forma de primera persona y se refiere al hablante; es la forma de segunda persona y designa al oyente; él, ella y ello son formas de tercera persona que señalan todo aquello que no es ni el hablante ni el oyente. Los pronombres de tercera persona no solo se refieren a personas, sino a todo aquello que se puede designar con los sustantivos.
Ten coraje. Lo vas a necesitar.
Recoge la pelota y guárdala.

Los pronombres personales tienen distintas formas que dependen de la persona gramatical, el género y el número.

Pronombres personales tónicos

Singular
Plural

Primera persona
yo, mí, conmigo
nosotros
Masculino
nosotras
Femenino
Segunda persona
, ti, contigo, usted
vosotros, ustedes
Masculino
vosotras, ustedes
Femenino
Tercera persona
él, sí, consigo
ellos, sí, consigo
Masculino
ella, sí, consigo
ellas, sí, consigo
Femenino
ello

Neutro
En esta tabla aparecen subrayados los pronombres que pueden realizar la función de sujeto en una oración.

Pronombres personales átonos

Singular
Plural

Primera persona
me
nos

Segunda persona
te
os

Tercera persona
lo, le, se
los, les, se
Masculino
la, le, se
las, les, se
Femenino
lo

Neutro

Los pronombres usted y ustedes presentan la particularidad de que, aunque se refieren a la segunda persona, mantienen la concordancia con el verbo en tercera persona:
¿Es usted de aquí?
¿Son ustedes de aquí?

Los demostrativos

Los demostrativos sitúan los objetos y seres en el espacio y en el tiempo en relación con el hablante: este sitúa el objeto como cercano al que habla; aquel, como lejano; y ese, en un lugar intermedio o, a veces, en un lugar indeterminado.
¿Qué libro quieres? Quiero ese.
Aquel es mi coche.
Mi carpeta es esta.

Los pronombres demostrativos tienen género y número.

Pronombres demostrativos

Singular
Plural
Masculino
este, ese, aquel
estos, esos, aquellos
Femenino
esta, esa, aquella
estas, esas, aquellas
Neutro
esto, eso, aquello


Los posesivos

Los pronombres posesivos señalan una relación de posesión o pertenencia entre el objeto al que se refieren y las personas gramaticales:
El perro es nuestro.
El suyo está en el armario.
Los vuestros todavía no han llegado.

Además de variar en género, número y persona, también presentan formas distintas para un solo poseedor y para varios:
Pronombres posesivos: un poseedor

Singular
Plural
1ª persona
mío, mía
míos, mías
2ª persona
tuyo, tuya
tuyos, tuyas
3ª persona
suyo, suya
suyos, suyas

Pronombres posesivos: varios poseedores

Singular
Plural
1ª persona
nuestro, nuestra
nuestros, nuestras
2ª persona
vuestro, vuestra
vuestros, vuestras
3ª persona
suyo, suya
suyos, suyas

Los numerales

Los numerales expresan cantidad u orden de un modo preciso. Algunos tienen morfemas flexivos de género y número.
Yo compré dos.
Mi primo llegó el segundo.

Podemos distinguir los siguientes tipos:
-Cardinales: especifican con exactitud el número de seres u objetos a los que se refieren: uno o una, dos, tres, cuatro, etc.
-Ordinales: indican el orden en que se sitúa el ser u objeto designado: primero o primera, segundo o segunda, tercero o tercera, etc.
-Partitivo: medio o media, tercio, cuarto, etc.
-Colectivos: expresan en singular un conjunto de seres u objetos semejantes: decena, docena, veintena, etc.

Los indefinidos

Los indefinidos se refieren a los seres y objetos de manera vaga e imprecisa. Algunos indican indefinición en la identidad del ser al que se refieren; otros, imprecisión en la cantidad.

Imprecisión en la identidad: Hoy ha venido uno. / Alguien me tendría que acompañar.
Imprecisión en la cantidad: Han venido muchos. / Todos se fueron.

Los indefinidos son bastante numerosos. Suelen variar en género y número, pero los hay que solo varían en género o en número. Algunos incluso son invariables.

Con variación de género y número:
uno / una / unos / unas
alguno / alguna /algunos / algunas
otro / otra / otros / otras
poco / poca / pocos / pocas
todo / toda / todos / todas
etcétera

Solo varían en número:
bastante / bastantes
cualquiera / cualesquiera
etcétera

Solo varían en género:
varios / varias
ninguno / ninguna
etcétera
Invariables:

más
menos
algo
nada
alguien
nadie
etcétera


Los relativos

Los relativos se refieren a una palabra que ha aparecido antes, a la cual se denomina antecedente.
No olvides regar las plantas que hay en la terraza.
(En este caso el antecedente es “plantas”).

No he visto a Luis, quien está muy cambiado.
(En este caso el antecedente es “Luis”.)

Encontraron el camino por el cual se llegaba al pueblo.

Gasta cuanto gana.

Algunos pronombres relativos varían en género o en número, pero otros son invariables. Estos son los pronombres relativos:
que
cual, cuales
quien, quienes
cuanto, cuanta, cuantos, cuantas

Los interrogativos y exclamativos

Los interrogativos aparecen en enunciados interrogativos y se refieren a un elemento desconocido por el hablante. Los exclamativos aparecen en enunciados exclamativos y expresan intensidad o cantidad.

Algunos pronombres interrogativos y exclamativos varían en género o en número, pero otros son invariables. Son estos:
qué
cuál / cuáles
quién / quiénes
cuánto / cuánta / cuántos / cuántas

Interrogativos
¿Qué quieres?
¿Cuál quieres?
¿Quién vendrá?
¿Cuánto tienes?


Exclamativos
¡Qué interesante!
¡Cuántos han aprobado!

6.El verbo

Los verbos son palabras variables que, según su significado, pueden expresar acción, proceso o estado.

Acción: María sube a su casa.
Proceso: María ha crecido mucho.
Estado: María está cansada.

Forma del verbo

Morfológicamente, los verbos son la clase de palabras con mayor variación en su forma.

El verbo está formado por dos constituyentes: la raíz y las desinencias, que a su vez pueden subdividirse:
a)La raíz expresa el significado léxico de la palabra. Puede estar formada a su vez por tres elementos: el lexema, algún morfema derivativo y la vocal temática. Solo el lexema aparece siempre.
-El lexema aporta la información léxica, como en los sustantivos y en los adjetivos. En amó, am- es el lexema. Puede haber dos lexemas en un verbo si está formado por composición: mal-viv-ir o mal-cri-ar.
-El lexema a veces puede llevar morfemas derivativos, tanto prefijos como sufijos: re-poner, mor-iz-ar.
-La vocal temática: Es un elemento que carece de significado, pero permite clasificar los verbos en tres conjugaciones: am-a-r, tem-e-r, part-i-r. Solo algunas formas mantienen la vocal temática. Formas con vocal temática: am-a-mos, tem-e-mos, part-i-mos. Formas sin vocal temática: am-o, tem-a, part-es.

b)Las desinencias pueden ser de dos tipos:
-Desinencia de número y persona: en ama-mos, el morfema indica número plural y primera persona.
-Desinencia de tiempo, aspecto y modo: en ama-ba-mos, la desinencia –ba- indica tiempo pasado, aspecto imperfecto y modo indicativo. Esta desinencia no aparece siempre.

Esto es lo que sucede con las formas verbales simples. En las formas compuestas aparece otro elemento morfológico que aporta los significados gramaticales: el verbo auxiliar. El verbo auxiliar acompaña al participio del verbo conjugado: habían cantado, he comido, habría vivido. De esta forma el verbo auxiliar aporta los significados gramaticales y el participio se encarga del significado léxico.

Aparte del verbo haber, existen otros dos verbos auxiliares:
a)El verbo ser en las formas de la voz pasiva: somos criticados, será estudiado.
b)Los verbos de las perífrasis verbales: tengo que ir, se puso a reír.

Las formas no personales

Como hemos visto, los verbos conjugados siempre llevan una desinencia que se encarga de indicar el número y la persona. Sin embargo, existen tres formas que no tienen esa desinencia y, por tanto, son formas no personales:
-Infinitivo: amar, temer, partir (puede funcionar como verbo o como sustantivo).
-Participio: amado, temido, partido (puede funcionar como verbo o como adjetivo).
-Gerundio: amando, temiendo, partiendo (puede funcionar como verbo o como adverbio).

También existen las formas compuestas del infinitivo (haber cantado) y del gerundio (habiendo cantado).

El tiempo

El tiempo verbal indica si la acción expresada por el verbo es anterior (pasado), simultánea (presente) o posterior (futuro) en relación con el momento del habla:
Pasado: amó.
Presente: ama.
Futuro: amará.
Estos son los tres tiempos básicos y fundamentales. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay diferentes formas para expresar cada uno de ellos. Se verán al final del tema con ejemplos de las tres conjugaciones.

El aspecto

El aspecto informa de la perspectiva que el hablante adopta ante el desarrollo de la acción del verbo:
a)Cuando las formas de la conjugación verbal expresan el final de la acción, son formas perfectivas: en Luis ha vivido en un pueblo de Salamanca o Luis vivió en un pueblo de Salamanca, la acción de vivir en un pueblo de Salamanca no solo es pasada, sino que se considera terminada. Tienen aspecto perfectivo todas las formas compuestas y el pretérito perfecto simple.

b)Cuando las formas verbales no expresan el final de la acción, son imperfectivas: Luis vivía en un pueblo de Salamanca expresa tiempo pasado, pero no implica el final de la acción. Luis puede haber dejado de vivir en un pueblo de Salamanca o puede continuar viviendo en un pueblo de Salamanca. Así, resulta perfectamente apropiado decir Luis vivía en un pueblo de Salamanca el año pasado y sigue viviendo allí, pero no Luis vivió en un pueblo de Salamanca y sigue viviendo allí. Tienen aspecto imperfectivo todas las formas simples excepto el pretérito perfecto simple.


El modo

El modo informa sobre la actitud que mantiene el hablante ante la acción del verbo, que puede ser vista de tres formas diferentes:
a)Modo indicativo: la acción se ve como real. Es decir, la acción se presenta como existente o de existencia segura para el hablante. Este es el modo de la objetividad: en Los hombres todavía no trabajan en las tareas de la casa, el hablante da por seguro que los hombres no hacen las tareas domésticas.
b)Modo subjuntivo: la acción se ve como posible o virtual. La acción del verbo existe en la mente del hablante, quien manifiesta una actitud de duda, deseo o temor sobre dicha acción. Este es el modo de la subjetividad: en Ojalá los hombres trabajaran en las tareas de la casa, el hablante expresa un deseo sobre un hecho que no se da por cierto.
c)Modo imperativo: la acción se expresa como una orden o una exhortación (ruego): Barre tú la casa.

La conjugación verbal

La conjugación es el conjunto de formas diferentes que puede adoptar un verbo.

En castellano existen tres modelos de conjuganción: la primera, en –ar (am-ar); la segunda, en –er (tem-er); y la tercera, en –ir (part-ir). Los verbos amar, temer y partir pueden servir de ejemplo de verbos regulares de cada una de las conjugaciones. Los verbos regulares siempre respetan las desinencias propias de cada una de las conjugaciones.

Los verbos irregulares

Los verbos irregulares pueden tener alteraciones tanto en las desinencias como en la raíz. Son muchos, y algunos de ellos de uso muy frecuente: ser, haber, decir, ir, caber, saber…

La forma verbal dij-e es irregular tanto en la raíz como en la desinencia (la regular hubiera sido *decí). La forma quep-o solo es irregular en la raíz (la regular hubiera sido *cab-o).

En un verbo irregular algunas formas pueden ser regulares. Por ejemplo, en un verbo como saber, la forma es irregular, pero la forma sabes es regular.         

Otros verbos irregulares: duermo, durmió, viene, vino, tengo, luzca, hago, digo, anduve, supe, voy, iba, fui, soy, era, hube, he, etc.

Verbos defectivos

Los verbos defectivos son aquellos que no se usan en todas las formas de su conjugación. Estos son los más importantes:
-Abolir: se usan solo en las formas cuya desinencia empieza por i: abolió, abolieron... Son incorrectas *abolo, *aboles…
-Atañer: se emplea solo en las formas de tercera persona. Se puede decir atañe, pero no *ataño ni *atañes.
-Balbucir: no se utilizan las formas en las que debía aparecer el grupo consonántico zc. Se dice balbucía, pero no *balbuzco o *balbuzcas.
-Concernir: solo se usan las formas de tercera persona de los presentes de indicativo y de subjuntivo y el pretérito imperfecto de indicativo: concierne, conciernen, concierna, concernía, concernían… También el gerundio: concerniendo.
-Soler: solo se emplean las formas de los presentes de indicativo y de subjuntivo y del pretérito imperfecto de indicativo: suelo, suelas, solía… Y el participio: solido.

Verbos pronominales

Los verbos pronominales son aquellos que se conjugan con un pronombre átono. Los hay exclusivamente pronominales (arrepentirse, quejarse, fugarse, atreverse…) y otros que solo lo son en algunas ocasiones (caer o caerse, levantar o levantarse, ir o irse, marchar o marcharse…).

La voz del verbo

La voz es un significado gramatical que no se expresa en castellano mediante morfemas flexivos, sino mediante distintos procedimientos sintácticos. La voz señala la relación existente entre el sujeto y la acción verbal.
Hay dos tipos de voz:
a)Activa: el sujeto (que concuerda con el verbo) realiza la acción del verbo: El ejército conquistó la ciudad.
b)Pasiva: el sujeto (que también concuerda con el verbo) recibe o sufre la acción del verbo: La ciudad fue conquistada por el ejército.
Existe una forma especial de la pasiva llamada pasiva refleja. Se construye con el pronombre se + el verbo conjugado en voz activa: Se conquistó la ciudad.

Las perífrasis verbales

Una perífrasis verbal consta de dos formas verbales: la primera es un verbo auxiliar y la segunda, una forma no personal. Entre ellas puede aparecer un elemento de enlace que suele ser la conjunción que o las preposiciones de o a:

Estructura de las perífrasis verbales

Verbo auxiliar
Elemento de enlace
Forma no personal
tienes
que
salir
deben
de
ser (las cinco)
se echó
a
reír
está

jugando

Los dos o tres elementos que forman la perífrasis equivalen a una sola forma verbal.

El verbo auxiliar aparece siempre al principio e informa de la persona, el número, el tiempo, el aspecto y el modo. El significado léxico lo aporta la forma no personal.

Por otra parte, la construcción perifrástica añade diferentes nociones de significado gramatical. Podemos diferenciarlas en dos grupos: las que añaden significados relacionados con el aspecto y las que tienen que ver con el modo.











Perífrasis aspectuales

Verbo auxiliar
Elemento de enlace
Forma no personal
Ingresivas
(acción a punto de empezar o que acaba de empezar)
ir
comenzar
ponerse
romper
a
a
a
a
empezar
hervir
cantar
llover
Durativas
(acción en desarrollo)
estar
andar
sigue

lloviendo
estudiando
comiendo
Reiterativas
(acción que se repite)
volver a
suele

salir
estudiar
Terminativas
(acción acabada)
acaba
deja
de
de

venir
llover

Perífrasis modales

Verbo auxiliar
Elemento de enlace
Forma no personal
Obligación (relacionado con el imperativo)
tener
he
debe
hay
que
de

que
trabajar
estudiar
trabajar
esforzarse
Posibilidad (relacionado con el subjuntivo)
debe
puedes
viene
de

a
estar (allí)
pasar
costar (cinco euros)



Conjugación de los verbos regulares amar, temer y partir




Conjugación de los verbos irregulares ser y haber


7.El adverbio

Los adverbios según su significado

Los adverbios son palabras que designan circunstancias relacionadas con lo que expresa el verbo al que modifican. Dichas circunstancias pueden ser muy diversas, de ahí que se clasifiquen, según su significado, en diferentes grupos:
-Lugar (responden a la pregunta: ¿dónde?): aquí, allí, cerca, lejos, dentro, fuera, arriba, abajo, delante, detrás, etc.
-Tiempo (responden a la pregunta: ¿cuándo?): ayer, hoy, mañana, entonces, ahora, antes, después, ya, todavía, aún, siempre, nunca, jamás, etc.
-Modo (responden a la pregunta: ¿cómo?): así, bien, mal, despacio, deprisa, claramente, estupendamente, fácilmente, etc.
-Cantidad (responden a la pregunta: ¿cuánto?): mucho, poco, menos, bastante, demasiado, solamente, más, muy, etcétera.
-Afirmación: sí, también, ciertamente, efectivametne, etc.
-Negación: no, tampoco, nunca, nada, jamás, etc.
-Duda: quizá, acaso, posiblemente, probablemente, etc.

Los adverbios también acompañan al adjetivo y a otros adverbios. En esos casos indican en qué grado se da esa característica o circunstancia.

La forma de los adverbios

Los adverbios son palabras invariables morfológicamente: no admiten morfemas flexivos.

Un procedimiento muy habitual para crear adverbios es añadir a un adjetivo la terminación –mente: fácilmente, estupendamente, próximamente, etc.

La función de los adverbios

Ya dijimos antes que los adverbios pueden acompañar a tres clases de palabras: a un verbo, a un adjetivo o a un adverbio.

La función fundamental de los adverbios es complementar a un verbo:
                        Él vive allí.
                        Juan llegó tarde.
                        Lo pasamos bien.
                        Corre mucho.
                        he aprobado.
                        Nunca voy al cine.
                        Quizá vaya al campo.

Los adverbios también aparecen en ocasiones complementando a los adjetivos. En ese caso se llaman adverbios cuantificadores, porque aumentan o disminuyen la intensidad con la que se da la cualidad o característica que indica el adjetivo:
                        poco comprensivo
                        muy alto
                        bastante interesante

Los adverbios cuantificadores también pueden acompañar a otros adverbios:
                        muy lejos
                        demasiado deprisa



8.Los elementos de relación: las preposiciones y las conjunciones

La coordinación y la subordinación

Las unidades lingüísticas se relacionan entre sí de dos maneras diferentes: la coordinación y la subordinación.

Coordinación: dos unidades lingüísticas están coordinadas cuando ninguna depende de la otra, es decir, las dos tienen la misma jerarquía.

Rosa y Juan son extremeños.

En esta oración Rosa y Juan se unen por coordinación, tienen la misma importancia y ninguna palabra depende de la otra.

Subordinación: una unidad lingüística está subordinada a otra cuando depende de ella y completa su significado, es decir, tienen diferente jerarquía.

Voy a beberme un zumo de naranja.

En esta oración la palabra naranja está subordinada a zumo, depende de ella, la completa y precisa su significado.

Para marcar estas relaciones de coordinación y subordinación se utilizan los elementos de relación, cuya función consiste en unir unidades lingüísticas. Los elementos de relación son las preposiciones (en sintaxis se llaman enlaces) y las conjunciones (en sintaxis, nexos).

Las preposiciones

Las preposiciones son palabras invariables: no llevan morfemas flexivos.

Son morfemas gramaticales independientes, pues solo tienen significado gramatical y su función es la de subordinar unas unidades a otras.

Se ha roto el cristal de la ventana.

En esta oración la palabra de es una marca de subordinación que relaciona la palabra ventana con la palabra cristal.

Las preposiciones son: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, sobre, tras. También se consideran preposiciones las palabras durante y mediante, ya que se pueden sustituir por otras preposiciones:

He leído mucho durante (en) las vacaciones.
Lo he conseguido mediante (con) su ayuda.

Ya no se estudian las proposiciones cabe y so porque están obsoletas.

Las conjunciones

También son morfemas gramaticales independientes e invariables: solo tienen significado gramatical y no pueden llevar morfemas flexivos.

Las conjunciones desempeñan la función de relacionar unidades lingüísticas tanto mediante coordinación como mediante subordinación.

Me quedo en casa porque me duele la cabeza.

En esta oración, la conjunción porque indica la causa de que se quede en casa.

Conjunciones coordinantes: aparecen entre dos unidades lingüísticas coordinadas. Las más frecuentes son: y, ni, o, pero, sino, etc.

Me dolía la cabeza, pero ahora ya estoy mejor.
¿Quieres un melocotón o un plátano?

Conjunciones subordinantes: aparecen delante del elemento subordinado y establecen una relación de dependencia jerárquica entre las unidades lingüísticas. La unidad subordinada complementa a la otra. Las más empleadas son: que, si, porque, aunque, etc.

Me dijo que lo llamara esta tarde.
No lo compré porque no lo necesito.


9.Las locuciones

Las locuciones son secuencias de palabras que, aunque se escriben separadas, forman una unidad indivisible desde el punto de vista sintáctico y semántico. Es decir, se comportan como si fueran una sola palabra: poseen un significado unitario y realizan una única función dentro de cada enunciado.

Excepto los pronombres, todas las clases de palabras tienen locuciones. Así, podemos clasificar las locuciones en siete grupos:

-Locuciones nominales: equivalen a un sustantivo.

Estuvimos juntos el fin de semana.
Me gustan mucho los pasteles con cabello de ángel.
Cruza siempre la calle por un paso de cebra.
Estuvimos de luna de miel en Japón.

-Locuciones adjetivas: equivalen a un adjetivo.

Hacía un día de perros.
Pasamos unas vacaciones de cine.
Parece un hombre de armas tomar.

-Locuciones determinativas: equivalen a un determinante.

Tenemos una gran cantidad de solicitudes.
Había una multitud de gente esperando su turno.
A ella siempre se le ocurren un montón de ideas.

-Locuciones verbales: equivalen a un verbo.

Si no quiero que me despidan, tendré que pasar por el aro.
Me tienes que echar un cable este sábado.
Échame una mano con la mudanza.
Echo de menos a mis amigos de Madrid.

-Locuciones adverbiales: equivalen a un adverbio. Son numerosas y de uso habitual.

A veces vamos a la montaña.
Esto va de mal en peor.
Sin duda conseguiré ese trabajo.
Tal vez me apunte.
De repente entraron por la puerta.
A lo mejor te veo esta tarde.
Nos quedamos a oscuras.

-Locuciones preposicionales: equivalen a una preposición. Algunas son muy utilizadas.

Se veía el campo a través de la ventana.
Vive junto a un río.
Aprobé gracias a mi primo.
Fui en lugar de mi amigo Tomás.
Me enteré de la noticia por medio de un amigo.
Estuvimos debatiendo en torno a esas cuestiones.
Respecto de ese tema, no tengo nada que decir.

-Locuciones conjuntivas: equivalen a una conjunción. Son muy numerosas y de uso muy corriente.

Coordinadas
He aprobado el examen, es decir, ya tengo el título.
Se ha enfadado, así que díselo tú.
Estuvo trabajando hasta tarde, sin embargo, no lo terminó.

Subordinadas
A no ser que me ayudes, no llegaré a tiempo.
Puesto que lo propones, deberías hacerlo tú.
Todavía sirve a pesar de que parece roto.
Hicimos el trabajo para que nos dejaran ir a esquiar.
Te dejo mis libros, a condición de que me los devuelvas en buen estado.


10.Las interjecciones

Las interjecciones son palabras que constituyen por sí mismas un enunciado exclamativo. Pueden imitar sonidos de la realidad (onomatopeyas), expresar sentimientos o influir de alguna manera (llamadas de atención, saludos, etc.) en el receptor o receptores.
¡Vaya!
¡Uff!
¡Bravo!
¡Zas!
¡Pumba!
¡Ay!
¡Oh!
¡Eh!
¡Aúpa!
¡Hola!
¡Adiós!
¡Gracias!
¡Enhorabuena!

A veces están formadas por más de una palabra. En ese caso se llaman frases interjectivas:
¡Qué va!
¡Hay que ver!
¡Hasta luego!

Las interjecciones pueden llevar complementos:
¡Ay de mí!
¡Vaya con la sorpresa!

También pueden agruparse:
¡Vaya, hombre!
¡Ah, vale!

A veces pueden preceder a sustantivos, a adjetivos e incluso a oraciones:
¡Vaya lío!
¡Vaya loco!
¡Vaya si es lista!

Algunas palabras o grupos de palabras pueden usarse como interjecciones si aparecen aisladas y con entonación exclamativa. A estas interjecciones se las denomina interjecciones impropias:
¡Hombre!
¡Genial!
¡Anda!
¡Vete a saber!

Las interjecciones no desempeñan ninguna función sintáctica dentro de la oración ni sirven de enlace entre otros elementos lingüísticos. Como dijimos antes, las interjecciones constituyen por sí mismas enunciados.

2 comentarios:

  1. Pedazo de resumen de la gramática española y explicado sencillamente. Me ha encantado leerlo.
    Gracias por aclarar dudads

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  2. Podrían volver a subir la imagen de la conjugación del verbo irregular ser

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